Tres pilares del cómplice legal en el turismo médico

Durante la última década, Tijuana se ha posicionado como la capital del turismo médico en México debido a la gran oferta de tratamientos de salud y a su cercanía con una de las ciudades más dinámicas de los Estados Unidos: San Diego. A pesar del auge del turismo de salud, existe una deficiencia latente en el cumplimiento legal de los prestadores de servicios de salud para garantizar la autenticidad y calidad de sus servicios. En este artículo, te contamos tres pilares fundamentales que reflejan un servicio de salud de excelencia.

1. Publicidad regulada de los servicios de salud

En México, los servicios de salud están regulados por la Ley General de Salud y su Reglamento en Materia de Publicidad, cuyo propósito es establecer las reglas que deben seguir los anunciantes de servicios y productos sanitarios, tanto en medios físicos como en Internet. Este reglamento considera "anunciantes" a los profesionistas o especialistas que ofrecen servicios de salud, como médicos, odontólogos, nutriólogos, psicólogos, entre otros.

La normativa establece que quienes publiciten servicios de salud deben obtener una autorización de la COFEPRIS, ya sea mediante un Aviso de Publicidad o un Permiso de Publicidad, según el tipo de anuncio y establecimiento.

Aunque la presentación de estos avisos es un acto autorregulatorio, cumple una doble función: evitar sanciones y garantizar la veracidad de la información, asegurando que los prestadores cuenten con la formación y cédulas profesionales necesarias para ofrecer los servicios que promueven, incluso en redes sociales.

2. Datos sensibles y privacidad

La información médica de los pacientes es uno de los activos más valiosos para los proveedores de salud, y su manejo está regulado por la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares. Esta ley clasifica los datos de salud y genéticos como "datos sensibles", imponiendo obligaciones al responsable sanitario en cuanto a consentimiento informado, confidencialidad y acceso restringido.

El tratamiento de estos datos solo es lícito cuando el responsable proporciona al paciente un aviso de privacidad, donde se especifica qué información se recaba, con qué fines y cómo puede el titular revocar su consentimiento. Además, debe obtenerse el consentimiento expreso del paciente para legitimar el uso de sus datos. El incumplimiento de estas obligaciones puede generar sanciones administrativas y constituye una falta ética profesional.

3. Uso de imagen de pacientes

Actualmente, el marketing médico es esencial para el posicionamiento digital de médicos y prestadores de servicios de salud, donde la credibilidad y confianza son pilares fundamentales. Una práctica común para generar confianza es mostrar imágenes del "antes" y "después" de tratamientos, pero el uso de la imagen del paciente requiere autorización por escrito.

Emplear imágenes sin consentimiento vulnera derechos de privacidad, intimidad y confidencialidad, protegidos por la Ley Federal de Protección de Datos Personales y, en algunos casos, por la Ley Federal del Derecho de Autor. Por ello, es indispensable informar al paciente sobre el uso y los medios de difusión de su imagen, y obtener su consentimiento expreso y por escrito.

El incumplimiento puede derivar en demandas por daño moral, reclamaciones por uso indebido de imagen y sanciones administrativas.

Programa de compliance legal como estrategia de negocio

El cumplimiento legal en materia de salud tiene un objetivo preventivo y es una exigencia estratégica que responde a las necesidades del mercado actual y el entorno digital en el que operan los negocios del sector salud.

Si bien es cierto que, el marco regulatorio de la salud es complejo también lo es que una sólida asesoría legal constituye una garantía para minimizar riesgos legales y brindar una atención médica de calidad. Be Legal es su aliado estratégico para diseñar su programa de cumplimiento legal en su práctica médica.